Innovadora conducción reversible dará respaldo a más de 1 millón de habitantes del Gran Valparaíso y el Litoral Norte hasta 2040 y es una de las soluciones estructurales para enfrentar la megasequía que afecta a la zona.
El Gran Valparaíso y el Litoral Norte ya cuentan con una nueva obra de ingeniería que dará un mejor respaldo frente a la megasequía que afecta a la región y representa una solución estructural al 2040 para más de 1 millón de vecinos de la Región de Valparaíso.
Al mediodía, el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, estuvo en terreno junto al Delegado Presidencial Regional, Jorge Martínez, los ministros de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward; del Trabajo y Previsión Social, Patricio Melero; y de Agricultura, María Emilia Undurraga, para conocer la innovadora conducción reversible Aromos-Concón, que conecta directamente al embalse con la planta de Esval en Concón. Esto permite hacer un uso 100% eficiente del agua acumulada en el embalse y recargar el embalse bombeando agua desde el Aconcagua durante los meses de invierno en que ésta llega a la desembocadura para perderse en el mar.
El ministro Moreno recalcó que el desafío del agua es uno de los más importantes y más difíciles que tenemos que enfrentar como país y que se han tomado medidas de emergencia para asegurar el abastecimiento en todas las ciudades, pensando en el mediano y largo plazo. “Eso ha sido gracias a un trabajo extraordinario que ha hecho la compañía, sus técnicos, trabajadores; al aporte y a la ayuda que han dado los regantes de toda esta zona; y también el Ministerio, porque se trata de un embalse estatal. De manera tal que todos han puesto y vamos a seguir poniendo lo que sea necesario para el desafío que tenemos: seguridad hídrica para todos y cada uno de los habitantes de esta región”.
Por su parte, el delegado presidencial regional, Jorge Martínez, agradeció los esfuerzos de todos los actores involucrados y destacó el impacto que tendrá esta obra en los habitantes de la región. “En la medida en que todos entendamos que lo que necesitamos son soluciones al problema del agua, razonables, prácticas de corto, mediano y largo plazo, la región va a poder seguir avanzando. Agradecer a Esval y a los ministros que han colaborado en esta iniciativa y también a quienes no salen en pantalla: a los dirigentes de las 4 secciones del Aconcagua, del río Ligua, rio Petorca, a los dirigentes de los APR, a los que de verdad han estado detrás de la solución del agua en Valparaíso”.
Asimismo, la ministra Undurraga, agradeció especialmente los esfuerzos realizados por los agricultores. “Hemos entendido que este desafío del agua es un desafío país, es un desafío regional, y finalmente un desafío de cada una de las cuencas”, destacó.
Esval, en tanto, relevó que el proyecto supone la inversión más relevante de la sanitaria en la última década -con $ 28.000 millones destinados en total- y permite entregar una solución de largo plazo. El proyecto representa una innovación para la recarga del embalse, que usualmente se da aguas arriba de la represa, pero en este caso se da aguas abajo, aprovechando los excedentes que llegan al mar.
“Queremos agradecer el apoyo de las autoridades y el importante esfuerzo de las Juntas de Vigilancia del Río Aconcagua, ya que gracias al trabajo en conjunto, podemos contar hoy con una solución estructural para miles de familias”, dijo su gerente general, José Luis Murillo.
El ejecutivo recordó que la sequía persiste por lo que el trabajo no se detiene. “Si bien no proyectamos inconvenientes esta temporada, seguimos buscando alternativas para reforzar nuestras fuentes y permitir la continuidad del suministro. Nuestra tarea inmediata es lograr la mayor acumulación de agua en el embalse, cuya recarga ya no depende de las lluvias, sino de la gestión eficiente de la cuenca, lo que supone armonizar sus diversos usos y, al mismo tiempo, enfrentar el cambio climático”, agregó Murillo.
Detalles de la obra
Este proyecto, que se desarrolló en tres fases, brinda una solución estructural para el abastecimiento de la región, en una conducción que se extiende desde pie de presa del embalse Los Aromos, hasta el sistema de producción de agua potable de Esval en Concón.
La conducción de 12 kilómetros permite disminuir las pérdidas de las descargas del embalse y garantizar las recargas del embalse, con los excedentes del último tramo del río Aconcagua en épocas de invierno, que históricamente han ido a dar al mar. Esto último será posible gracias al inicio de la reversibilidad de la tubería -la tercera y última etapa del proyecto- que ya comenzó a operar.
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